En la arrecife de nuestros cuerpos yo me entrego
en la ranura de mis deseos inconclusos yo te deseo
en tu misterio primitivo y el fuego que hiciste arder
en la premisa de nuestros besos me has de querer
Rebané tu perfume en trozos de cristales absorbidos
robe de tu silencio que no me oye por que te pienso
y del asemejo de nuestros corazones cuando te quise
ahora en tu boca, guardo el tiempo después de ahora
Estaría alimentándome de tus grandes colinas
consumido por esta sed de beberte y hacerte mía
pero guardo tus votos como quien guarda su vida
y en esta noche absorta, soñando, tu me amarías
Si mis brazos no se estrechan a tu ropa y te hablan
yo seré el desborde de tu ventana entre el invierno
fluirá de mi caricia a tu pelo el verso que nace ausente
por estas ganas de amarte, tan desnuda y radiante
Mis manos soñadoras ya te buscan y perecen
he desaparecido, en el oscuro de tus ojos he amanecido
Insensible es el viento que no me deja volar
me asomo y como pluma te beso y me desplomo.
A lo lejos, soy el océano que baña tu cuerpo
eres mía y en la lejanía de un libro te escribo poesía.
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